Ellas… personas que se ven a la izquierda en la foto, comen asado y cocacola. Financiadas y arengadas por «seccionaleros»(*). Nosotras, personas también, comemos arroz y tomamos agua, traídos por gente de diferentes simpatías.
Ellas acusan a cualquiera que piense diferente de «zurdos» como si eso fuera algo malo. Cierto que muchas se quedaron estancadas en la época de Stroessner y la guerra fría.
Ellas apelan a la violencia y el robo. Nosotras al diálogo.
Ellas nos insultan: «putos, vayan a Venezuela». Ellas homófobas y cortas mentales. Nosotras pidiendo una Facultad y no tenemos vínculo con otros países.
Ellas nos cortan el agua, nosotras les ponemos música.
Ellas coloradas, viejas, reaccionarias que arañan y anhelan la violencia del oscurantismo.
Nosotras diversas y zurdas que llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.
Otro mundo es posible.
(*) En Paraguay, los seccionaleros son políticos, principalmente del Partido Colorado (partido de la dictadura y que controla el país y sus instituciones hasta la actualidad) que utilizan prebendas, favores, chantaje, violencia física y otros mecanismos para perpetuar su partido en el poder.