Gustavo, alias Casti, alias Pérez, alias Profe, alias Zátrapa. Ese es quien nos convoca hoy. Vive con nosotros desde hace décadas, pero dice que en febrero se retira a una mejor vida; se jubila del bullicio. Se va a vivir con su trompis.
El tipo no se estresa mucho, se lo suele ver a las 9 de la mañana tomando sol como un lagarto en las rocas de Palermo. Retozando entre las roquitas y de vez en cuando dándose un chapuzón al mejor estilo lobo marino del Polonio.
Es muy difícil saber si él está de acuerdo contigo o no. Siempre empieza planteando su disconformidad con tu postura, pero al final la apoya más que nadie. En realidad no sabé si habla en serio o en joda, y eso pasa el 99% de las veces.
Una de sus mayores tareas en la vida es coleccionar. Colecciona colecciones coleccionables y otras no tanto. Tiene todo catalogado, pienso yo, que buscando un poco de orden, al menos en el exterior. También le atraen los equinos y no es ninguna referencia sexual, sino más bien, en términos de verdulería: le gusta la timba de los caballos. Es también nuestro mejor contador.
Pero su actividad predilecta es hacer reir a los demas. No la practica muy a menudo, pero cuando lo hace, provoca dolor de panza de tanto reir.
La foto que arriba se aprecia es del sábado pasado. Todos estábamos en el letargo post-almuerzo y se fue a poner música al equipito que estaba en el balcón. Creo que posicionado en el balcón, vio gente debajo y se incorporó en una figura política prominente, en otras palabras: le bajó el pai presidente.
Cómo poner en palabras toda esa alegría y toda esa locura. El discurso y la gente mirando atónita. Los brazos de nuestro personaje agitándose al ritmo de «festejen, festejen» y otro montón de obscenidades que ya ni recuerdo, debido en parte a mi estado de tabaco-locura. Sin embargo tenía la cámara en mano y pude al menos registrar imágenes del suceso que les regalo a todos ustedes con mucho cariño. Puedes hacer click y verlas en grande y conocer un poquito al Casti.
Hace mucho tiempo que no me reía tanto.