Hace poco terminé un pequeño pero muy agitador libro de Sandino Núñez. Reconozco que apenas lo vi una sola vez en TV, ya que de un tiempo a esta parte prefiero malgastar mi tiempo en masturbaciones intelectuales diferentes a la televisión.
Los libros entonces son una de esas cosas que a veces me dan ganas; este en particular me resultó interesante así que aquí comparto 3 o 4 párrafos.
Sobre la comunicación, afirma que «Vivimos en plena urgencia del imperativo de la comunicación. Sin que sea necesario decir algo, porque no es necesario decir algo, todos hablamos. El mercado es la consagración de los objetos como circulación pura. La comunicación es la consagración de los signos como circulación pura. (Y la publicidad es la evolución y la síntesis exponencial de ambos fetiches en una única forma gloriosa de arte estésico poético: una forma brillante, superior al objeto y la palabra).
Comunicación es peor que un mundo sin sentido: es un mundo sin necesidad ni voluntad ni deseo de sentido» (9).
Más adelante, relaciona lo anterior con democracia y política: «Un itinerario terrible nos ha llevado desde la política a la democracia mediática. A diferecia de la política, la democracia mediática o comunicativa, me invita no a tener una opinión, sino a mostrarla. Ahora me mueve menos el deseo de opinar, que la facilidad de hacelro. Es un tema muy cercano a la perversión adictiva del consumo: en su lógica interviene menos las ganas de opinar, que el terror de perder la oportunidad de hacerlo, menos las ganas de tener algo que el temor de perderlo» (25)
«El sentido ha sido definitivamente abolido. Vivimos en la más perfecta y radical de las democracias, sin justicia (y lo que es verdaderamente terrible) sin sentido de justicia -es decir, sin política. Pura economía de la comunicación, pura economía de mercado» (33).
Finalmente algo sobre el comportamiento de manada, que tanto me hace acordar a algunos grupos de amigos -como la gente «el tema del día»- y su cimportamiento de manada: «La pertenencia es una forma de plenitud -la utopía uterina realizada. Flotar en el aire del goce, dejarse llevar, ser solamente una partícula más, cualunque un-individuo-más, anónimo, sin cara y sin nombre, trotando libre junto a la manada. Ser toda la manada y cada uno de sus integrantes, sin centro ni perfiferia ni poder (…) Ser la pieza de una máquina de funcionamiento horizontal, una pieza en incesante comunicación con otras piezas o grupos de piezas. En esta comunicación no hay intercambio. Pues si el intercambio es algo que pone en juego una responsabilidad, un riesgo, un proyecto y por lo tanto una historia, la ritualística comunicativa de la manada es precisamente una abolición del intercambio» (76).
En definitiva, un pequeño libro, más que interesante para agitar un poco las neuronas «en tiempo de movicom y de palabras cruzadas».
Lupa
5 comentarios
Gonza · 30 de enero de 2012 a las 11:38
«Comunicación es peor que un mundo sin sentido: es un mundo sin necesidad ni voluntad ni deseo de sentido». Según él parece que un mundo sin sentido es OBJETIVAMENTE malo. Qué tiene de malo no tener «necesidad ni voluntad ni deseo» (valga la redundancia?) de sentido? A mi un mundo con sentido me suena a religión, sea la que sea. El mundo existe porque existe, no creo que los árboles ni las hormigas le busquen un sentido. Sólo los seres humanos lo hacen para evitar la angustia que provoca el no saber.
Gonza · 30 de enero de 2012 a las 11:50
Las pocas veces que he sufrido el programa de televisión, quedé siempre con la sensación de que este hombre de filósofo tiene poco; es más como un anarko-punk de los ’90 con una retórica supercargada y ambiciosa que parece profunda pero que no dice nada. Tampoco propone nada, sólo critica y está en contra de todo, hasta por las dudas. Qué pasa si la gente quiere comunicarse sin tener nada que decir? A quién hace daño? Sólo los iluminados como él pueden comunicar sus pensamientos? A mi me gusta comunicarme al pedo, me gusta que la gente se comunique al pedo si les hace sentir bien, no creo que el mundo sea un lugar peor por eso. Relajate un poco Sandino, mirate una comedia al pedo, escuchate un disco de pop… no te van a dar un premio cuando te mueras por no haber hecho nunca nada errado.
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