El Instituto Raíces y Caminos organizó una conferencia el lunes 5 de marzo de 2007, con dos objetivos principales: presentar al Instituto en sociedad y generar una discusión sobre el arribo de George Bush a la región. La misma se denominó «El viaje del presidente Bush por América Latina: ¿Hoy?» y comenaba sobre las 19:30. Tuvo como maestros de ceremonia a Jorge Irisity y a Ignacio Martínez, que se encargaron de las presentaciones y otras formalidades.

Se realizó en el paraninfo de la Universidad y comenzó con un hecho significativo: un sillón fue dejado vacío en representación a la «presencia» de Hugo Cores, gran impulsor del Insituto, luchador incansable, quien falleciera unos meses atrás.

Los panelistas contaban con 20 minutos para realizar su exposición para luego dar paso a algunas preguntas. Ellos fueron: Wilson Fernández, Luis Puig y finalmente Alberto Methol Ferré.

El profesor Fernández hizo una excelente exposición desde la óptica de las relaciones internacionales y su experiencia personal al respecto de una visita a EEUU relacionada con el Plan Cóndor. Remarcó que -a su entender- esta visita obedecía más que nada a un juego político de Bush, pero orientado hacia la políitca interna y las elecciones.

Luego Puig, que realizó una buena intervención que no agregó demasiado y dio una visión desde el sindicalismo; finalmente intervino el profesor Ferré, en una intervención que sería interesante exponer aquí. Como primer punto cabe destacar la edad avanzada del expositor y su dificultad de expresión que lo deja muy tartamudo por momentos y que él mismo explicitara al comienzo. Fue por ello que tuvo que hablar parado, haciendo gestos y moviendo siempre las manos.
El eje de su disertación fue la «dialéctica incesante de separación e integración» y recorrió de una forma increíble toda la historia latinoamericana contextuada globalmente: «una síntesis que dé sentido a la importancia de la integración». Fue increíble ver a todos los participantes estupefactos ante semejante clase de historia y de dignidad, con todos esos años y esa claridad, esa soltura a pesar de las dificultades; experiencia y soltura que seguro la brinde muchos años de profesorado. Tan así que nadie se animó a detenerlo: ni el moderador, ni el presidente del Instituto, ni la gente; ni siquiera los celulares.

Los 20 minutos, se transformaron en 40, luego en 60 y puede que hasta en 80. Lo cierto es que la conferencia terminó con un aplauso avasallante y sin otra participación de ningún tipo. Eran ya las 22:30 de la noche.

Quizás haya mucho para rescatar de esta clase magistral, pero no es fácil hacer una síntesis de semejante síntesis. Él nos advierte que «Las cosas se comprenden y nos comprendemos, si somos autoconscientes que nuestra actualidad no es solamente actual, sino que es una actualidad histórica, hija de procesos históricos, de rutas y caminos múltiples…».

Fracaso de los libertadores
«La revolución de la independencia tuvo éxito porque hubo una lucha integrada en toda América Latina». Sin embargo, uno de sus principales planteos fue que todos los libertadores perdieron pues la patria grande quedó reducida a muchos países enanos. Los ingleses son marcados como principales responsables de esto. En sus palabras: «Desde que se acabó el ciclo de la independencia, fuimos países separados… y seguimos siendo separados». Y citando a Bolívar: «Hemos arado en el mar, hemos perdido todos… hemos perdido las condiciones para ser independientes… por la separación».
Nos comentó cómo «un solo ámbito se convirtió en una veintena de ambítos, o ambititos [risas]». La independencia termina siendo la sublevación de enormes virreinatos que se transformas en países enanos. «Artigas no pensó nunca en Uruguay… JAMÁS».

Historia de hispania y prehistoria
América Latina es hija de la primera globalización mundial autoconsciente, que comenzó con Castilla y Portugal a fines del siglo XV, fue una globalización oceánica. Estos países que hoy llamamos España y Portugal, antes eran una sola: hispania y recorre esa dialéctica de unión y separación que vivió también esa zona del planeta.

Recorrió también las civilizaciones prehispánicas e incluso se remontó a los antepasados de las mismas, afirmando que en su origen todas eran orientales. Que la dispersión indígena se origina en la primera globalización que fue en realidad a pie. Y siguió remontándose hacia atrás afirmando que el origen de la humanidad se da en África, hace 250 mil años.
Como se aprecia, logra remontarse y volver en espiral miles de años atrás y adelante, mientras los espectadores miraban asombrados. Para rematar reflexiona jocosamente: «La Patagonia es el final de una gran caminata que dura 45000 años».

Historia de la hegemonía Inglaterra-EEUU
Hace una descripción de cómo la hegemonía económica y militar fue traspasando desde Inglaterra hacia EEUU y cómo las historias particulares de nuestros países comienzan a encontrar fondos en común a partir de 1950. Marca esto como un lento proceso que arranca a principios de siglo en que «termina la era de los estados-nación».

Describe cómo se han conformado bloques de poder a partir de allí, que podrían ser los siguientes: EEUU, Europa (si finalmente lo logra), China, India, Rusia.
Estados Unidos es hoy el más poderoso de todos los bloques, que según él «fue dando el salto despacito de los cowboys a los marines [risas]».

Rescatando las raíces
Hace alusión a los libertadores, a varios de ellos, y luego a Martí, como figura prominente que ya vislumbra una segunda independencia, ya a fines del siglo XIX.
También remarca la importancia de José Enrique Rodó como uno de los impulsores de la integración latinoamericana y un pilar más de un movimiento que termina fusionándose en y de las luchas estudiantiles que llevan adelante la Reforma de Córdoba.

Finalmente hace referencia a Vargas y a Perón, y a una frase de este último que dice «Para que haya unidad, debe haber un núcleo básico de integración». Nos comenta que ese núcleo puede ser hoy Argentina y Brasil, pero que debe estar apoyado por Paraguay, Bolivia y Uruguay, pues son «el engranaje fundamental… los dos mundos se encuentran aquí». Dijo que no es posible que no tengamos más televisión brasilera, más noticias, que podríamos aprender portugués facilísimo y a la inversa. También remarcó la necesidad de cambiar los sistemas educativos y hacerlos regionales. Debe haber una «revolución cultural» en torno a estos temas.
Así cierra entonces esta gran aventura por la historia y la integración latinoamericana, proponiendo como última salida, la integración: la formación de un bloque regional que pueda ser un núcleo de poder tal y como el resto de los planteados más arriba. Entonces debemos ser muy inteligentes para lograr esto: es que «los enanos estamos condenados a ser inteligentes».

Creo que la conferencia se convirtió en una excelente clase de historia y al fin y al cabo en un homenaje en vida a un profesor de historia y teólogo con una gran trayectoria. Esos homenajes que enseñan, que hierven las venas, que dan perspectiva de vida y de lucha, y que debieran hacerse más y mejor.

Categorías: Delirio

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