Este poema no tenía nombre. Pero sin embargo tiene musa: rara combinación, como rara es la vida.
beltza
delicioso granito de azar
mi luz, mi alegría y mi locura
tu voz me acompaña
me dice cosas al oído
que arde y delira
entresueños
se te escapa un «que bueno tenerte»
y me retumba y te colmo
tu sonrisa me puede
y tu boca se funde en la mía
y te respiro
mientras tu aroma me abunda
me inunda
te traslada
miles de aromas, miles de seres
otros mundos, otros tiempos
enredados y abrazados
entre besos y sudor,
arde tu muralla de cartón
donde cumple aun condena
toda la ternura del mundo
yo tengo la mecha,
tu enciende la llama
y volemos cuanto antes
las cadenas del olvido
pero ven atenta,
y con mucho cuidado
pues yo,
siempre apunto al corazón.