No es que fueramos idealizando al FSM, de hecho ya prevíamos alguna similitud con Porto Alegre 2005, pero la desorganización y el consumismo del Foro Social en Belém, colmó todas nuestras espectativas.

Belém es una ciudad bastante descuidada con una gente muy agradable y simpática como suelen ser los brasileños y brasileñas, sobre todo con nosotros, sus hermanos uruguayos. Nos quedamos en Guamá, un barrio humilde y problemático que no nos causó problema alguno: por el contrario, su gente trabajadora, el mercado y  la epidemia de bicicletas pintan un paisaje muy latinoamericano. Sin embargo la falta de saneamiento hace que las personas vivan en constante riesgo de enfermedades y el olor nauseabundo suele ser insoportable. El tránsito por su parte es alocado y riesgoso, «corre por tu vida» es la consiga en la selva de cemento.

Por supuesto también está -en palabras de Nacho- la obscenidad de «El Hangar», un centro de espectáculos que no tiene nada que envidiarle a la arquitectura del primer mundo, en donde se realizó la apertura y cierre del foro y donde estuvieron los presidentes de las izquierdas latinoamericanas. Por suerte no tuvimos «la oportuinidad» de ver esta parte de la ciudad y el resto de las obscenidades que uno ve en nuestras desiguales ciudades.

El FSM se desarrolló en dos gigantescos predios universitarios separados por un par de quilómetros pero cuyas extensiones hacían que todo el día estuviéramos caminando, de un lado al otro intentando encontrar esas cosas y esa gente que nos hiciera remover las neuronas y el corazón. El problema fue que la mayoría de las veces esta caminata fue en vano. Charlas que no se hacían, locales cambiados, salones pequeños y sin aire, fueron algunas de las cuestiones que hicieron de todo esto un gran desorden. Todo sin contar la barrera del idioma. Solamente era posible entender aquellas exposciones lentas y elocuentes que modularan bien; por lo que perdíamos la mayoría de las discusiones pequeñas e importantes a las que lográbamos llegar.

En resumen, todo fue una gran desorganización, de la que quizás se salva la carpa de los «Pueblos sin Estado». La misma contaba con palestinos, aymaras, quechuas, mapuches, kurdos, vascos y algunas otras naciones más, donde logramos hacer unos cuantos contactos y participar de algunas chalras y debates. Notamos eso sí algunas ausencias importantes en el Foro, que supongo se deban a desiciones políticas como ser los zapatistas y los sin tierra.

Lo que sí había y mucho era para comprar, desde remeras de todos los colores y las consignas más revolucionarias, hasta discos, libros, artesanías, instrumentos, comidas, coca-cola, etc, etc.. Y por supuesto agua siempre cara.

Para colmo, Conbronca participaba del encuentro cultural en el FSM, presentando su primogénito corto sobre dos cooperativas de clasificadores de basura en Montevideo y la organización perdió el DVD y no hubo forma de ver el mismo en las pantallas del cine.

Categorías: Delirio

1 comentario

ZOPA · 12 de febrero de 2009 a las 9:23

bien lupinha…creo que en esos breves párrafos reflejaste el sentir de muchos de los que participamos del Foro..o al menos del mío.

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